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En favor de la enseñanza de la filosofía

En México acaban de hacer un pronunciamiento contra la desaparición de la filosofía en la enseñanza media. Sé que aquí aún la tenemos, pero cada vez más recortada, a la vez que se le da un carácter de insificancia. Creo que es un grave error, ya que tan sólo el 20% de mis alumnos volverán a utilizar los conocimientos de matemáticas (por ejemplo) que han recibido en el IES, pero el 100% de ellos votarán. Lo cual me dice que la filosofía y su vertiente política tienen mucha más importancia de la que actualmente se le está dando. Me adhiero, por tanto, a este manifiesto, y lo extiendo a mi contexto educativo local.
Pronunciamiento contra la desaparición de la filosofía en la reforma de la enseñanza media

A las autoridades de la SEP
A la opinión universitaria nacional
A todos los profesores de nivel medio superior del país
A la opinión pública

La comunidad filosófica nacional, se encuentra seriamente preocupada por la desaparición de la filosofía en los planes y programas de estudio de las instituciones de enseñanza media superior de todo el país, como se ha establecido en la “Reforma Integral de Educación Media Superior” (RIEMS) publicada el 26 de septiembre de 2008 en el Diario Oficial de la Federación, a través del Acuerdo 442.

Esta reforma busca unificar la enseñanza en todos los subsistemas, a partir de lo que denomina “competencias y habilidades” cuyo fin es el de formar a individuos que se incorporarán al mercado de trabajo nacional, en el marco de la llamada “globalización”. En la RIEMS, la filosofía se ha eliminado del conjunto de disciplinas básicas y el único papel que se le asigna se expresa en un pié de página del mencionado acuerdo, en donde se declara que, las disciplinas filosóficas, tendrán “un carácter transversal” y “podrán incluirse si se considera pertinente”, es decir, en forma evidentemente aleatoria y discrecional. Así mismo, las humanidades se omiten como área básica en la formación de los estudiantes, considerándose indispensables y suficientes solo a las Matemáticas; algunas ciencias naturales y sociales y la comunicación.

Es evidente que los rasgos generales de esta reforma provienen de las indicaciones de la OCDE y de los Acuerdos de Bolonia y el Proyecto Tuning para la Unión Europea que no son pertinentes para nuestro país, el cual debería realizar una reforma educativa tomando en cuenta su propia historia y sus características como nación. De igual forma, las críticas que han surgido en Europa al Plan Bolonia deberían de ser interpretados como un llamado de atención a los autores e impulsores de esta reforma. Por otro lado, el gobierno mexicano no debería estar en contra de las principales orientaciones de la UNESCO, organismo que ha estado realizando esfuerzos universales justamente en un sentido opuesto, es decir, para que la filosofía, por su carácter humanístico, no sólo se enseñe en el bachillerato sino en todos los ámbitos de la sociedad. La UNESCO, de la cual forma parte activa nuestro país y aprueba sus resoluciones, ha expuesto de manera expresa, a través de sus documentos, que la filosofía contribuye a la formación de la ciudadanía; el respeto al multiculturalismo; los derechos humanos; el pensamiento crítico y la democracia, objetivos aducidos, al menos en apariencia, por la RIEMS que eliminó a la filosofía hasta el grado de dejarla como nota al pié de página.

Desde la República Restaurada hasta ahora, la filosofía ha sido uno de los principios rectores que guiaban los planes y programas de estudio del bachillerato, sin embargo, hoy, por primera vez, se decide, en forma inconsulta, eliminar las materias filosóficas empezando por la lógica, que desde los tiempos de Gabino Barreda, cumplía la función de proporcionar al estudiante los elementos necesarios para la formación de un pensamiento correcto. De igual forma, se puede demostrar ampliamente, la importancia y necesidad de otras disciplinas como la ética, la estética, la teoría del conocimiento o la historia de la filosofía como parte esencial de la formación de los estudiantes. Lejos de lo que pudiera pensarse, estas disciplinas contribuyen a que cualquier persona desempeñe de una mejor manera cualquier actividad.

La enseñanza de la filosofía, implica el desarrollo de una formación personal que tiene como resultado la constitución de ciudadanos con un pensamiento crítico, autónomo y reflexivo. Este primer contacto, y por desgracia, casi único, de los jóvenes con el quehacer filosófico, los hace más conscientes de sí mismos y del mundo en que viven, permitiéndoles una verdadera educación en valores frente a la corrupción, la desigualdad extrema, la discriminación y la ignorancia.

L a nueva reforma de la SEP, concentrada en el adiestramiento práctico-utilitario, atenta en contra de este tipo de formación, absolutamente necesaria en un mundo cuyas tendencias principales son el productivismo que ha llevado a la destrucción de los sistemas ecológicos; la automatización y sus efectos; la desigualdad; la crisis de valores y la transición hacia una nueva figura del mundo.

Por todo lo anterior, los abajo firmantes, Presidentes de Asociaciones filosóficas nacionales; directores de Facultades, Departamentos e Institutos de filosofía y miembros de la comunidad filosófica nacional, nos pronunciamos, en forma enérgica, en contra de la marginación y desaparición de la filosofía como parte de la formación básica del bachillerato y solicitamos a la SEP su integración como disciplina básica. De no adoptarse esta medida, además de la grave ausencia de una formación humanística del estudiante, inevitablemente llevará a la desaparición de las carreras de filosofía en todo el país ocasionando un profundo daño a la cultura y la vida nacionales.

La comunidad filosófica nacional no está en contra de formar a personas en el más alto nivel de sus capacidades y habilidades, pero al mismo tiempo considera como absolutamente necesaria una formación filosófica para que pueda cumplirse dicho fin.
Hacemos un llamado a las Instituciones de Educación Superior de México, a las asociaciones profesionales y a la opinión pública a sumarse a esta declaración.
México, D.F. 30 de marzo de 2009.

En defensa de una enseñanza digna de la filosofía

Cuando la educación se convierte en campo de batalla la primera víctima es la educación misma. En este país nuestro, de historia tan triste que decía el poeta desesperanzado, la paz no ha llegado a este territorio. Reformas, contrarreformas, recontrarreformas... Atrás quedaron los cadáveres o los cuerpos moribundos de disciplinas como las lenguas clásicas, la música... y desde hace tiempo los homicidas de todo lo que huela a cultura parece que le tienen ganas a la filosofía. Nada grave si no fuera porque nuestros estudiantes presentan un déficit escandaloso en capacidades tan básicas como la de lectura comprensiva. Capacidades que están ya no sólo en la base de cualquier aprendizaje sino incluso de algo tan cívico como es poder leer un periódico, y para cuyo desarrollo el estudio de las disciplinas llamadas humanísticas son, que se sepa, el mejor reconstituyente.

La última reforma educativa la propuso el PSOE en la anterior legislatura. Su materia estrella: la educación para la ciudadanía. De manera sorprendente el PP se puso en pie de guerra contra esta asignatura más bien inocua -¿se harán "buenos ciudadanos" nuestros adolescentes merced a una o dos horas semanales de teoría?-. Uno de sus barones más aguerridos, el señor Camps, se ha destacado sobremanera en esta batalla. Su gobierno quiere recortar la enseñanza de la filosofía en primero de bachillerato, y todos sospechan que ello es un castigo por su obligado (por el gobierno central) maridaje lascivo con la ciudadanía. Y en cuanto a la educación para la ciudadanía propiamente dicha, reduce su enseñanza a una hora semanal, afirma ufano que se dará en inglés y prevé hasta tres modos alternativos de salvar el trámite de la misma: cursando el programa normal, haciendo el estudiante un trabajo cuyo contenido decidirán sus padres o... simplemente objetando. Perfecto. Como soy pitagórico, exigiré que a mi hija no se le enseñen los números irracionales en matemáticas. Y como soy evolucionista pero creo en la teología de la naturaleza, nada de que los profesores de biología le expliquen a Darwin. Con Lamarck basta
.
Lo cierto es que a fecha de hoy -y las matriculaciones para el próximo curso están a la vuelta de la esquina- los pobres inspectores de la Conselleria de Educación andan a la caza y captura de profesores de los seminarios de historia y de filosofía de los institutos de secundaria que puedan/quieran dar la asignatura de marras en inglés. ¿Y los máximos responsables de la Conselleria? Ausentes en la negociación, según cuentan quienes estuvieron en ella, nadie sabe dónde están. Lo único que parece claro es que no están para nadie. Ni para sindicatos, ni para comisiones universitarias, que también les han solicitado entrevistas a sus excelencias.

Los sindicatos más moderados califican la propuesta de la Conselleria de ilegal e irresponsable. Otros más decididos ya anuncian que denunciarán por prevaricación a quien del gobierno autonómico se atreva a firmar la orden. Mientras tanto, los estudiantes de la Facultad de Filosofía han decidido protestar acampando en las verdes praderas de los jardines de la avenida Blasco Ibáñez, bajo la vigilante -y atenta- mirada de la policía local. Como se ve, no todo en el Levante feliz es felicidad. Debajo de la alfombra de las grandes obras y proyectos faraónicos se esconde el caos en que se están convirtiendo los servicios públicos. Esos que los ciudadanos -hayan o no sido educados para la ciudadanía- utilizan todos los días.

Vicente Sanfélix Vidarte, catedrático de Filosofía de la Universidad de Valencia.
El País, 19/05/2008





L’Assemblea de professors de Filosofia de Secundària i Batxillerat de les Universitats valencianes, reunida amb els professors de la Facultat de Filosofia i amb l’Assemblea d’Estudiants de Filosofia, davant la situació creada per l’esborrany que ha elaborat la Direcció General d’Ensenyament de la Conselleria d’Educació de la Generalitat Valenciana, decideix fer pública la seua preocupació per les conseqüències negatives per a un ensenyament de qualitat de la Filosofia.Ens preocupa la reducció horària (de 3 hores a 2) que patirà l’assignatura de Filosofia de 1er de Batxillerat. Reducció que suposa la pèrdua d’un 33 % de la càrrega lectiva i que sembla incompatible amb una ampliació del temari com la prevista. A més, seria l’única assignatura present en els dos cursos de Batxillerat que no tindria tres hores en el primer, amb la qual cosa la preparació de la matèria en segon no comptaria amb la base suficient. Aquesta situació farà molt difícil el desenvolupament del currículum atribuït i, alhora, comportarà inevitablement un deteriorament en la percepció que l’alumnat tindrà de l’assignatura.Ens preocupa igualment que la nova assignatura d’Educació per a la ciutadania de 2n de l’ESO quede afectada per la manca de coherència que suposa l’oferta en la pràctica de tres possibles itineraris que l’alumne pot triar al seu arbitri i que atempta directament contra la llibertat de càtedra del professor.Donen el seu suport al present document representants dels Sindicats de l’Ensenyament (CCOO, STEPV), així com la Societat de Filosofia del País Valencià, la Societat de Filosofia de la Província d’Alacant i la Societat Acadèmica de Filosofia.

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Enseñar a pensar

“Me preocupa que tengan siempre presente que enseñar quiere decir mostrar: Mostrar no es adoctrinar, es dar información pero dando también, el método para entender, analizar, razonar y cuestionar esta información. Si alguno de ustedes es un deficiente mental y cree en verdades reveladas, en dogmas religiosos o en doctrinas políticas sería saludable que se dedicara a predicar en un templo o desde una tribuna. Si por desgracia siguen en esto, traten de dejar las supersticiones en el pasillo, antes de entrar en el aula. No obliguen a sus alumnos a estudiar de memoria, eso no sirve. Lo que se impone por la fuerza es rechazado y en poco tiempo se olvida. Ningún chico será mejor persona por saber de memoria el año en que nació Cervantes. Pónganse como meta enseñarles a pensar, que duden, que se hagan preguntas. No los valoren por sus respuestas. Las respuestas no son la verdad, buscan una verdad que siempre será relativa. Las mejores preguntas son las se vienen repitiendo desde los filósofos griegos. Muchas son ya lugares comunes, pero no pierden vigencia: qué cómo; dónde, cuándo, por qué. Si en esto admitimos, también, eso de que “la meta es el camino” como respuesta no nos sirve. Describe la tragedia de la vida, pero no la explica. Hay una misión o un mandato que quiero que cumplan. Es una misión que nadie les ha encomendado, pero que yo espero que ustedes, como maestros, se la impongan a sí mismos: despierten en sus alumnos el dolor de la lucidez. Sin límites. Sin piedad”.

de la película "Lugares comunes"; de Adolfo Aristarain

Educació per a la ciutadania

L'escola ha de formar o informar? Ha d'educar o transmetre coneixements? Els corrents més progressistes habitualment han optat per la informació, mentres que els sectors més conservadors de la societat han apostat per donar algun tipus de contingut. Este mateix debat és el que estem vivint hui en dia encara que siga amb nous matisos i amb certs canvis en les posicions que acabem de comentar. Ara bé, esta pregunta resulta estèril ja que és impossible formar sense educar.

Viure és preferir, preferir és estimar i estimar és prioritzar valors, d'ací que la qüestió de l'educació en valors és ineludible. La qüestió no està per tant en l'educació en valors sinó a saber quins valors triem a l'hora d'educar, la qüestió és per quins valors apostem.

Quin és el fil conductor per a trobar valors? A esta pregunta s'ha respost des de tres vessants: a) l'esclariment dels valors, açò és mostrar el que ja es posseïx; b) el sac de les virtuts, a saber, comptar les virtuts presents en un col·lectiu; c) educar en procediments i no en continguts, ensenyar normes. Des de l'ètica discursiva pareix que la posició més coherent és la tercera, hem de basar-nos en els procediments. No obstant des del procedimentalisme es descobrix que afloren uns certs valors com ara l'autonomia, el diàleg, la coresponsabilitat, el respecte mutu… la qual cosa ens porta a entendre que els continguts no són una cosa que resulte alié a esta proposta. La conclusió a què arribe des del descobriment d'estos valors immanents a la tradició dialògica és que l'estudi dels procediments per si només no porta a cap lloc, que estos estan immersos en valors, i que per tant el recurs als valors resulta necessari ja que, encara que siga de forma indirecta, havíem comptat amb ells prèviament (el conill ix de la copalta perquè l'havíem ficat prèviament).

El que cal fer, per tant, és no sols educar en procediments; no basta només la raó procedimental sinó que cal recórrer també a una raó cordial. No basten els procediments per a definir el bon ciutadà ja que en una societat hi ha nombroses tradicions i formes d'entendre la vida feliç. Partim del concepte que ciutadà és aquell que és el seu propi senyor (no és vassall, serf o esclau); és aquell que no està sotmés a altres, és el que escriu el guió de la seua pròpia vida. Ara bé, ciutadà és aquell que és autònom en el si de la seua pròpia comunitat. S'és autònom amb els altres ja que no és una tasca que es puga realitzar en solitari. Només es pot ser autònom en comunitat, una comunitat que hui és cosmopolita.

Per tot això, la presentació tant dels procediments com dels valors ha de presentar-se des d'una educació per a la ciutadania cordial: que té en compte el cor, busca metes plenificants, amb capacitat de degustar els valors, cultiva els sentiments des de la seua vessant emotiva al mateix temps que cognoscitiva, que manté el sentiment de la compassió perquè té sentit de justícia. En definitiva, una educació que es presenta des del reconeixement recíproc en la cordialitat, que té capacitat de compadir i que s'acosta al coneixement de la veritat no sols des de la raó sinó també des del cor.

Demane perdó

Esta carta ja és antiga però encara té validesa, per tant, per al que vullga sentir, ací va:

“Quisiera pedir perdón.

Quisiera pedir perdón por haber malgastado mi vida estudiando una carrera, haciendo un doctorado y preparando una oposición, mientras los demás se labraban un porvenir.

Quisiera pedir perdón por no haberme dado cuenta de que los institutos no son lugres donde se va a aprender, sino guarderías, y que mi función no consiste en enseñar, sino en cuidar a los hijos de todos aquellos que sí realizan un trabajo productivo y provechoso para la sociedad.

Quisiera pedir perdón por no saber hacer mi trabajo y no aprobar a alumnos que no saben nada, porque cuando llegan a casa después de un día agotador juegan a la Play Station y ven Crónicas marcianas con la aquiescencia de sus progenitores que comprenden, no como yo, lo dura que es la vida del estudiante.

Quisiera pedir perdón por no saber aguantar el desprecio, la humillación y el insulto diario; incluso la agresión. Quisiera pedir perdón por querer dignificar mis condiciones laborales, las condiciones de estudio de mis alumnos y la enseñanza en general.

Quisiera pedir perdón por no haber sabido aceptar humildemente mi situación de desprestigio social; por no haber sabido aceptar que soy un paria; un ciudadano de segunda, un desecho social, y me lo tengo merecido porque soy un vago que no quiere trabajar y que sólo piensa en las vacaciones.

Quisiera pedir perdón, en suma, por ser profesor.

De todo corazón”.
Emilio Garoz Bejarano. Madrid.(Publicado en la sección Cartas al Director. El País 13 –06-2004)

L'educació en batxillerat: conferència de J.A. Marina


www.Tu.tv

Es una mica llarga però val la pena sentir el que diu este professor d'institut (també es pot fer filosofia aplicada a la vida des de secundària).