La voluntad del pueblo y la doctrina católica. - Formas de gobierno.
Es importante advertir en este punto que los que han de gobernar los Estados pueden ser elegidos, en determinadas circunstancias, por la voluntad y juicio de la multitud, sin que la doctrina católica se oponga o contradiga esta elección. Con esta elección se designa el gobernante, pero no se confieren los derechos del poder. Ni se entrega el poder como un mandato, sino que se establece la persona que lo ha de ejercer. No se trata en esta encíclica de las diferentes formas de gobierno. No hay razón para que la Iglesia desapruebe el gobierno de un solo hombre o de muchos, con tal que ese gobierno sea justo y atienda a la común utilidad. Por lo cual, salvada la justicia, no está prohibida a los pueblos la adopción de aquel sistema de gobierno que sea más apto y conveniente a su manera de ser o a las intituciones y costumbres de sus mayores.
El poder viene de Dios
Pero en lo tocante al origen del poder político, la Iglesia enseña rectamente que el poder viene de Dios. Así lo encuentra la Iglesia claramente atestiguado en las Sagradas Escrituras y en los monumentos de la antigüedad cristiana. Pero, además, no puede pensarse doctrina alguna que sea más conveniente a la razón o más conforme al bien de los gobernantes y de los pueblos.
(Carta del Papa Leon XIII, Diuturnum illud del 26 del 6 de 1881)
- Según lo que hemos investigado en clase ¿Dónde situarías la postura de León XIII?
- ¿Con que teorías podríamos hacer una crítica a este texto?
- ¿El texto es contrario totalmente a las teorías políticas de la modernidad?
- Esta postura de la Iglesia hoy en día resulta polémica en algunos sectores de la sociedad. Busca en los diarios o en internet alguna noticia en la que se refleje esta polémica y razona por qué es problemática.