Las ideas democráticas surgieron en la Grecia antigua hace más de 2000 años. Allí tomó fuerza la teoría y se puso en práctica. Desde entonces ha tenido que enfrentar un escabroso camino hasta emerger gradual y felizmente como compromiso universal y sistema de trabajo para gobernar. Las personas que en 1215 impusieron restricciones al rey inglés a través de la Carta Magna, como también ocurrió con los independentistas americanos así como los revolucionarios franceses; ayudaron al entendimiento de la necesidad de la democracia como un sistema general, limitado inicialmente a la geografía de los dos lados del Atlántico Norte. Después poco a poco, especialmente en el siglo XX, la democracia se extendió por el globo terráqueo, como creencia dominante en el mundo contemporáneo.
El poder de la mayoría -la democracia- tiene exigencias complejas al incluir votaciones libres y el respeto a los resultados electorales; requiere además la protección de las libertades, el respeto a los derechos legales, la garantía del debate libre, la no censura del acontecer noticioso. Para el premio nobel de economía Amartya Sen, existen además tres maneras diferentes en la que la democracia enriquece la vida de los ciudadanos: La libertad política junto a las libertades sociales tiene un valor intrínseco en la vida y el bienestar humano. Por su parte, el valor instrumental es importante porque promueve que la gente sea escuchada, al expresar y apoyar sus reclamaciones de atención política. El punto para explorar más profundamente, es el que permite que los ciudadanos aprendamos uno del otro y que la sociedad forme sus valores y prioridades o necesidades, incluyendo las económicas; es el valor constructivo.
Esta conceptualización nos permite comprender en toda su magnitud, la vitalidad de la instauración de la democracia, en un país tercer mundista, debido al papel protectivo de la misma, particularmente importante para los pobres. En su ensayo "La democracia como valor universal", Amartya Sen asegura que algunos creen que los sistemas no democráticos son exactamente los mejores para la promoción del crecimiento económico; esta teoría, también llamada "hipótesis Lee", tiene su creencia plausible, por los niveles de crecimiento económico más rápido de algunos países, por encima de otros, menos autoritarios. Son ejemplos Corea del Sur, Singapur y la China postreforma -con niveles de disciplina elevadísimos- o Bostwana, todo un "oasis" de democracia dentro del continente negro. Sen refiere que lo que verdaderamente ha pasado en estos países es que han aplicado "políticas constructivas" que incluyen la apertura a la competencia, el uso de mercados internacionales, incentivos para la inversión y la explotación, reformas educacionales y agrarias exitosas, entre otras oportunidades, bajo un clima amigable, en lugar de un sistema político más duro.
Aquí os dejo el artículo completo en versión original (inglés) y traducido: