Siguiendo el ejemplo de una persona que me ha mandado un poema con mucho contenido filosófico propongo una nueva sección: "Poemes a la plesio". Se trata de que si alguien quiere expresar sus emociones y sentimientos, los cuales tienen mucho de filosofía, lo mande al correo plesiologos@hotmail.com y luego se publique en el blog.
Para comenzar os dejo un poema (bastante cutre por cierto) que escribí hace mucho, mucho tiempo intentando definir quién era yo. Evidentemente con el timpo ese YO ha crecido e incorporado características que jamás hubiese podido soñar que alcanzaría. Pero eso es la magia del tiempo biográfico del hombre, el cual es más parecido a un laberinto con múltiples salidas que a una línea recta.
¿Quién soy yo?
Yo soy un hombre
que tan solo posee
una inmensa mochila
donde voy introduciendo
todo aquello que me encuentro
en las sendas de mi viaje.
Diríase que poco tengo
aunque realmente es mucho,
un amigo, una princesa,
una hermana y una artista.
Un unicornio azul como el de Silvio
y otro blanco, que como aquel se me ha perdido,
una santa y unas niñas
y unos cuantos enanitos
que aseguran ver a Dios.
Los domingos por la tarde
me reúno con los hombres
y ya metidos en mi bolsa
los contemplo en la semana.
¡Estos hombres siempre cambian!
siento cuando en ellos pienso
y con el cambio en mi mente descubro
que no cambian ya los hombres
que no cambia el mundo ya,
que en el fondo solamente,
en el fondo cambio yo.
Pero son muchos los que afirman
que mi máximo tesoro
no lo llevo en la mochila,
que es el que cubre mi rostro,
y es la máscara sencilla
con la que engaño
al universo.
Una madre, y mucha vida,
mi Esperanza
y mucha luz
algo de miedo y algo de fuerza,
sobre todo mucho amor
y miles de compañeros
a la orilla del camino,
en el fondo poco más.
Lo demás no vale más;
algún que otro enemigo,
mucho genio y mal humor,
desencanto en ocasiones
y la duda que no se va.
Pero todo se reduce
a un camino y un final,
un amigo, una princesa
una hermana y una artista
que me pinta en soledad.
Sólo un hombre
en camino a la verdad
cargado con una mochila
donde guardo bueno y malo
y un futuro por llegar.